El reciente recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) y sus proyecciones económicas sorprendieron al mercado. Aunque se anticipaba un recorte de tasas de 25 puntos básicos, una reducción en el número esperado de recortes para 2025 debido a la inflación persistente causó movimientos de precios significativos. Esto llevó a una venta generalizada de activos de riesgo, resultando en pérdidas diarias sustanciales en los mercados.
Mercados Globales y Mercado de Criptomonedas Enfrentan Impacto Severo
Tras los anuncios de la Fed, el Nasdaq cayó un 3.56% y el S&P 500 bajó un 2.95%. El mercado de criptomonedas también se vio afectado por esta fuerte caída. Bitcoin (BTC) experimentó una caída de más del 7%, alcanzando niveles alrededor de $94,780, mientras que los altcoins vieron pérdidas de valor del 20% o más. A lo largo del día, se liquidaron cientos de millones de dólares en posiciones largas.
Los expertos del mercado indican que la razón principal detrás de esta caída no es únicamente la decisión de tasas de la Fed, sino la posición excesivamente optimista de los mercados. El rápido y unilateral ascenso de los activos de riesgo después de las elecciones ha hecho que los mercados sean susceptibles a choques.
Proyecciones Futuras de la Fed Aumentan Preocupaciones
Las proyecciones de tasas de interés de la Fed para 2025 no cumplieron con las expectativas del mercado. Anteriormente anticipando tres recortes de tasas, el mercado entró en pánico al ver proyecciones de solo dos recortes. La inflación persistente llevó a la Fed a adoptar una postura más cautelosa en sus decisiones de política, impactando negativamente la percepción de los inversores sobre los riesgos futuros.
A medida que aumenta la volatilidad en el mercado de criptomonedas, muchos inversores advierten sobre la inestabilidad del mercado. Los expertos enfatizan la necesidad de formular estrategias cuidadosas durante tales períodos y estar preparados para choques. Se señala que el mercado requiere un nuevo nivel de equilibrio para balancear los movimientos unilaterales tras las elecciones presidenciales de EE. UU.