La batalla legal incesante entre Ripple y la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) tuvo un nuevo giro cuando el reciente fallo de la jueza Analisa Torres aumentó una vez más las apuestas. La jueza desestimó la solicitud de las partes de un “juicio sumario”, indicando que incluso si se devolviera la jurisdicción, seguiría siendo rechazada por las mismas razones. Muchos en la comunidad de altcoins creen que es casi imposible que la SEC revierta el fallo de que las ventas públicas de XRP no son valores. Esta decisión, que favorece a Ripple, sigue siendo válida, dejando al organismo regulador en riesgo de perder credibilidad con cada día que pasa.
El Debate Procesal Detrás del Fallo
La SEC había basado inicialmente su postura en el fallo de que las ventas de Ripple a inversores institucionales eran valores no registrados, lo que llevó a una sanción de $125 millones. Sin embargo, la clara declaración de la jueza Torres de que las ventas abiertas de “programación” en el mercado no califican como valores ha acorralado a la SEC.
Según el experto legal Marc Fagel, el organismo regulador necesita algo más que presión política para argumentar de manera convincente el error del tribunal. El mismo tribunal no obligó a la compañía a cambiar drásticamente su modelo de negocio, imponiendo solo una sanción limitada en las ventas institucionales. Este escenario complica los argumentos de la SEC mientras fortalece la posición de Ripple en la apelación.
El Director Jurídico de Ripple, Stuart Alderoty, enfatizó que la nueva negación de la jueza Torres no alteró el estatus legal de XRP. Alderoty señaló que el proceso es completamente procesal, con tanto la compañía como la SEC mostrando una intención compartida de resolver finalmente el caso. Sin embargo, a medida que el proceso se prolonga, las dinámicas del mercado están cambiando, particularmente entre los inversores individuales y los fondos institucionales que se comportan con cautela debido a la incertidumbre. Esta ambigüedad podría establecer un precedente para otros proyectos de criptomonedas, potencialmente causando consecuencias regulatorias generalizadas.
Expectativas y Riesgos Dentro de la Comunidad Ripple
El abogado John Deaton, involucrado en el caso, reiteró que la SEC no tiene espacio para retroceder sin admitir errores claros. Representando a decenas de miles de poseedores de XRP, Deaton declaró: “En este punto, cambiar de marcha solo perjudicaría a la SEC”. Aunque la decisión del tribunal de que “XRP no es un valor” es vinculante para las ventas individuales, el intento de la SEC de crear nuevos argumentos disminuye su credibilidad. A pesar de una victoria legal, Ripple debe navegar con cautela en el mercado institucional, ya que el área gris en torno a las ventas institucionales podría exponer a la compañía a nuevas sanciones.
En todo el mercado de criptomonedas, el caso prolongado subraya la percepción de ambigüedad regulatoria continua. En particular, los intercambios y las empresas de phaces fuera de los EE. UU. pueden aplazar sus decisiones sobre la inclusión y la integración de la moneda XRP. Este retraso limita el volumen de negociación de XRP, allanando el camino para que su precio pierda impulso frente a proyectos rivales. Además, el enfoque de la SEC en casos similares podría presionar indirectamente a Ethereum u otras criptomonedas importantes. Sin señales regulatorias claras, los inversores se abstienen de tomar posiciones largas, aumentando la volatilidad del mercado debido a la especulación a corto plazo.