La prolongada batalla legal entre Ripple y la Comisión de Bolsa y Valores de los EE. UU. (SEC) alcanzó otra fase crítica el 8 de mayo de 2025. La jueza Analisa Torres del Distrito Sur de Nueva York desestimó la solicitud de las partes para reducir una multa de $125 millones a $50 millones y liberar fondos bloqueados, calificándola como “procedimentalmente impropia”. Aunque esta decisión cierra la puerta a un posible acuerdo, no revierte el fallo de 2023 que determinó que XRP no es un valor en los intercambios. El Director Legal de Ripple, Stuart Alderoty, aseguró a los interesados, “Los derechos que hemos ganado siguen siendo válidos”.
Incertidumbre Continua en la Demanda de Ripple
La última decisión judicial ha devuelto el proceso de negociación de dos años entre Ripple y la SEC a un punto muerto. Ripple buscaba avanzar con confianza al reducir la multa, pero la SEC quería asegurarse de que la compañía fuera responsabilizada. El comentario de la jueza Torres sobre la “impropiedad procesal” sugiere que las partes intentaban estirar los límites procedimentales. Este desarrollo alimenta la incertidumbre sobre el futuro de XRP a pesar de la histórica decisión de 2023, provocando fluctuaciones del mercado a corto plazo.
El analista SMQKE, enfocándose en los aspectos teóricos, recordó un artículo en William & Mary Law Review, sugiriendo que los inversores de XRP podrían compartir en los futuros flujos de efectivo de Ripple. Tal escenario podría alinear a XRP estrechamente con las ganancias de Ripple, potencialmente categorizándolo como un valor. Sin embargo, la decisión de la jueza Torres de 2023 que enfatiza que XRP vendido públicamente no es un contrato de inversión sigue siendo aplicable. Por lo tanto, el estado de XRP nuevamente está en evaluación judicial.
Si el Caso Concluye a Favor de Ripple…
Un resultado favorable para Ripple podría establecer un modelo de referencia disruptivo para las entidades financieras tradicionales. Los bancos y las compañías de gestión de activos han estado interesados en adoptar Blockchain para procesos críticos, desde phaces hasta funciones de custodia, pero estuvieron impedidos por las leyes de valores. El reconocimiento oficial de que XRP “no es un valor” abriría caminos para que las empresas agilicen tanto la recaudación de capital como los procesos de transferencia de valor dentro de Blockchain, proporcionando transacciones más rápidas y rentables.
Los cimientos se establecerían para el intercambio inmediato de acciones tokenizadas, servicios de custodia a través de contratos inteligentes y sistemas de phace directamente conectados a billeteras. Mientras las instituciones mantienen sus roles de intermediarios, también digitalizarán sus infraestructuras. La aprobación judicial del modelo de Ripple señalaría que “Blockchain ya no es un proyecto lateral sino el marco principal,” potencialmente avanzando el sector hacia una fase de madurez. Por el contrario, un veredicto desfavorable subrayaría la fragilidad persistente en el equilibrio tecnología-ley y podría retrasar proyectos similares.