En medio de recientes cambios económicos, el valor de Bitcoin cayó por debajo de $105,300, influenciado por los inesperados resultados de los datos JOLTS. Al mismo tiempo, los comentarios del miembro de la Reserva Federal Bostic decepcionaron a aquellos que esperaban recortes inminentes en las tasas de interés. El entorno macroeconómico ha posicionado notablemente a las criptomonedas en un terreno desafiante, similar al de mediados del año pasado, lo que indica un retraso antes de cualquier potencial reducción de tasas.
Criptomonedas y la Reserva Federal
Una condición primaria para el repunte del mercado es la reducción en las tasas de interés. Aunque la Reserva Federal había bajado anteriormente las tasas durante el período electoral, las incertidumbres subsecuentes derivadas de las tarifas han llevado al continuo aplazamiento de más recortes. Los inversores anticipaban anteriormente una reducción de 120 puntos básicos este año, pero las discusiones se han desplazado hacia solo uno o dos posibles recortes.
A pesar de la reputación de Bostic por sus puntos de vista relativamente moderados, ha mencionado la probabilidad de un solo recorte de tasas este año. Este comentario atenúa el período de crecimiento anticipado para las criptomonedas proyectado para 2025.
Especulaciones del Mercado y Factores Económicos
Bostic ha aconsejado un enfoque paciente en la política monetaria, expresando precaución contra recortes de tasas apresurados. Sin la nube de incertidumbre comercial, sigue siendo especulativo si la Fed ajustaría las tasas a la baja; las condiciones económicas aún sugieren el potencial para un único recorte este año.
La Reserva Federal está permitiendo que las incertidumbres se desenvuelvan, dada la salud económica actual. Aunque no se predice una recesión en este momento, los indicadores de debilitamiento en los mercados laborales persisten. Aunque las tarifas aún no han inflado visiblemente los costos, su impacto potencial sigue siendo incierto.
En cuanto a la inflación, se requiere más progreso antes de declarar el éxito. La inflación subyacente persiste como un problema, lo que exige una disminución más sustancial antes de respaldar las reducciones de tasas.