Un informe reciente publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) genera dudas sobre la estrategia de adquisición de Bitcoin de El Salvador ampliamente publicitada. A pesar de las afirmaciones del presidente Nayib Bukele sobre adquisiciones continuas de Bitcoin desde noviembre de 2022, el documento oficial especifica que no se realizaron nuevas compras de Bitcoin desde que entró en vigor el acuerdo de financiamiento del FMI en febrero. Esta revelación destaca la diferencia entre las declaraciones del gobierno y las tenencias reales presentadas al FMI para su monitoreo.
La Auditoría del FMI Revela Inactividad
Bajo los términos del acuerdo del FMI, que inició en febrero de 2025 y aseguró un préstamo de $1.4 mil millones, el informe aclara que las compras de Bitcoin debían ser limitadas. Se pone de manifiesto a través de una nota al pie en el informe que el aumento de las tenencias en el Fondo Estratégico de Reserva de Bitcoin no proviene de adquisiciones directas, sino de la consolidación de activos en varias billeteras del gobierno. Esta posición de auditoría desafía la perspectiva de una expansión genuina en las tenencias.
Las direcciones mantenidas por el FMI para propósitos de auditoría muestran alineación con las condiciones acordadas, reinterpretando así el crecimiento reportado como transferencias técnicas en lugar de nuevas compras. El lenguaje del informe se abstiene de confirmar nuevas inversiones, vinculando los movimientos solo a los saldos registrados existentes.
Discrepancia con las Declaraciones de Bukele
El presidente Bukele ha sugerido continuamente que el compromiso con la adquisición de Bitcoin no disminuiría, enfatizando la resistencia contra la exclusión global. La Oficina de Bitcoin afirmó poseer alrededor de 6,242 BTC, con un valor aproximado de $737 millones. A pesar de estas declaraciones, los datos de Arkham sugieren transferencias diarias observadas de Bitcoin desde billeteras etiquetadas como principales intercambios como Binance y Bitfinex, potencialmente engañosas según la nota al pie del FMI. Estas transacciones parecen ser reasignaciones al Fondo Estratégico de Reserva de Bitcoin en lugar de compras nuevas.
Stacy Herbert, al frente de la Oficina de Bitcoin, ha debatido que algunos confían más en los registros de acumulación de Blockchain de El Salvador que en las palabras del FMI, manteniendo la línea oficial. La yuxtaposición de la consolidación y las afirmaciones de compras diarias intensifica la ambigüedad, sin registros definitivos que autentiquen nuevas adquisiciones. La clara discrepancia permanece en el nivel de explicación entre las declaraciones oficiales y los informes verificables del FMI.
- El informe del FMI cuestiona la estrategia de adquisición de Bitcoin de El Salvador.
- Las adquisiciones reportadas provienen de transferencias técnicas, no de compras nuevas.
- Existe una discrepancia entre las declaraciones del gobierno y los datos del FMI.