Los analistas de JPMorgan han identificado la tendencia conocida como “comercio de devaluación” como un fenómeno duradero. Esta tendencia destaca que el oro y Bitcoin se han convertido en componentes fundamentales de las carteras de inversión.
Bitcoin y Oro
El comercio de devaluación es una estrategia de cambio hacia activos como el oro y Bitcoin, considerando factores como el aumento de la deuda gubernamental, las tensiones geopolíticas y los temores de inflación. Esta estrategia está ganando fuerza a medida que los inversores se preocupan por un resurgimiento de la inflación.
Desarrollos en los Mercados de Criptomonedas
Los analistas señalaron que los precios del oro han aumentado más de lo esperado durante el último año, en relación con los movimientos del dólar y los rendimientos de los bonos. El informe enfatizó que el resurgimiento del comercio de devaluación, junto con los flujos de capital récord en los mercados de criptomonedas en 2024, ha posicionado a Bitcoin como un activo significativo en las carteras de los inversores.
“El aumento inesperado en los precios del oro indica un resurgimiento del comercio de devaluación”, dijo Nikolaos Panigirtzoglou, el analista principal del informe.
Además, instituciones financieras tradicionales como Morgan Stanley están permitiendo a los asesores financieros recomendar ETFs de Bitcoin a sus clientes, aumentando el interés en los mercados de criptomonedas. Los analistas predicen que los flujos hacia el sector cripto alcanzarán los $78 mil millones en 2024, con una porción significativa dirigida hacia inversiones en Bitcoin.
Las compras de Bitcoin de MicroStrategy contribuyeron con un 28% al total de participantes que ingresan al mercado cripto. Además, la finalización de la mayoría de las liquidaciones de las quiebras de Mt. Gox y Genesis se considera un desarrollo positivo para el mercado.
Los analistas anticipan que los phaces en efectivo esperados de la quiebra de FTX podrían redirigirse hacia inversiones en criptomonedas a finales de 2024 o principios de 2025. Estos desarrollos indican que los inversores están diversificando sus carteras al adoptar activos digitales junto con los tradicionales.