La correlación entre Bitcoin y los bonos del Tesoro de EE.UU. a 10 años ha alcanzado un mínimo histórico. Un gráfico de correlación de 60 días compartido por Andre Drhacesch de Bitwise Europe Research indica que los dos activos ahora se están moviendo casi en direcciones opuestas. Esta ruptura significativa de la correlación señala un posible cambio de los inversores de la seguridad tradicional en bonos hacia la principal criptomoneda. A pesar de que tanto el precio de Bitcoin como los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años suben simultáneamente, la narrativa que sustenta este fenómeno ha comenzado a cambiar.
Bitcoin y los Bonos del Tesoro se Separan
Para aquellos que no están familiarizados, la correlación mide cómo dos activos se mueven en sincronía. Valores que se acercan a cero o se vuelven negativos sugieren una divergencia en direcciones. El gráfico actual de Drhacesch muestra la correlación alcanzando niveles negativos récord, indicando que Bitcoin ahora se valora de manera independiente, e incluso inversamente, a los bonos del Tesoro.

Los analistas señalan que Bitcoin está ocupando cada vez más el lugar de los bonos utilizados para la “protección de cartera” entre los inversores que buscan crecimiento. A medida que la psicología del mercado cambia, la percepción del riesgo también se transforma.
Los observadores argumentan que esta divergencia no es solo técnica, sino estructural. Las expectativas de alta inflación y déficits presupuestarios empujan los rendimientos de los bonos a largo plazo hacia arriba mientras suprimen los precios. En este entorno, Bitcoin se destaca con su oferta limitada y su propiedad de almacenamiento de valor alternativo. Los informes institucionales que muestran un aumento de las asignaciones a Bitcoin y las frecuentes referencias a “oro digital” en las políticas de gestión de efectivo prueban la aceleración de la narrativa. En consecuencia, aunque la correlación está en un mínimo histórico, el interés está en su punto máximo.
Señales de Rotación de Preferencia de los Inversores
A principios de abril, el rendimiento a 10 años estaba en 4.21%, cayendo a 3.86% a mediados de mes, solo para subir rápidamente a 4.59%. Durante el mismo período, Bitcoin inicialmente cayó de 82,000 dólares, luego subió un 23% para finales de abril, y saltó de 94,000 a 112,000 dólares en mayo. Esta demanda simultánea de ambos activos destacó el tema de “tomar riesgos”, reflejando que los inversores están diversificando sus carteras con posiciones tanto de interés como enfocadas en criptomonedas en busca de rendimientos ante preocupaciones inflacionarias.
Sin embargo, hacia el final del mes, se produjo la toma de ganancias en ambos ámbitos. La relajación de los rendimientos de los bonos a 4.42% y el retroceso de Bitcoin en alrededor del 5% sugieren que el mercado está moderando su exuberancia a corto plazo, pero sin interrumpir el tema de rotación general. A medida que la incertidumbre sobre las tasas de interés persiste, la noción de “salir de los bonos, entrar en criptomonedas” sigue en la agenda de muchos actores, particularmente los gestores de fondos.
