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Aunque Bitcoin comenzó el 2025 débilmente, ahora muestra signos de recuperación, acercándose nuevamente a los $100,000. El principal impulsor de su precio en los mercados es el creciente interés de los inversores institucionales y el posible impacto de las políticas gubernamentales en las reservas de criptomonedas. La administración de Washington está explorando estrategias para comprar Bitcoin de forma estratégica a través de métodos “fiscalmente neutrales” que se centran en opciones sin imponer cargas fiscales. Sin embargo, el cofundador de BitMEX, Arthur Hayes, argumenta que este proceso será más desafiante de lo anticipado.
Antecedentes Económicos de las Discusiones sobre la Reserva de Bitcoin de EE.UU.
Según Hayes, la opinión pública en EE.UU. está distante de la idea de “imprimir dinero para comprar Bitcoin” debido a las altas cargas de deuda y preocupaciones sobre la popularidad política. Que el Tesoro de EE.UU. acumule criptomonedas imprimiendo dinero podría encender debates sobre la inflación y dejar una mala impresión en el electorado. En consecuencia, los legisladores están examinando canales de financiación indirectos, como los ingresos de los aranceles aduaneros.
Por otro lado, EE.UU. actualmente posee alrededor de 200,000 Bitcoin confiscados en operaciones de aplicación de la ley. Hayes indica que esta cantidad satisface en gran medida el requisito de reserva estratégica. Sin embargo, los riesgos geopolíticos y los shocks en la cadena de suministro podrían traer el concepto de reservas digitales de nuevo a la agenda en los próximos años. En el lado institucional, los nuevos ETF de spot inyectan liquidez en el mercado sin dejar al gobierno restringido.
Las Convicentes Predicciones de Hayes sobre Bitcoin para 2028
Hayes predice que la expansión del déficit presupuestario estadounidense, el aumento de los gastos en salud y los costos crecientes de suministro apoyarán los precios de las criptomonedas a largo plazo. Hayes sugiere que para 2028, Bitcoin podría superar el umbral de $1 millón, considerándolo no solo como “alta beta”, sino también como un seguro financiero contra el declive de la hegemonía de EE.UU.
El cambio de fondos institucionales hacia Ethereum y productos similares ha alterado la percepción del riesgo de los gestores de portafolios. Históricamente, el aumento del gasto gubernamental ha ejercido presión al alza sobre los precios de las criptomonedas; una tendencia similar podría emerger hoy donde los problemas de deuda se han vuelto crónicos. Si bien la volatilidad a corto plazo es inevitable, las expectativas a largo plazo para Bitcoin siguen siendo optimistas.
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