En un movimiento significativo, el Banco Central de Rusia ha permitido cautelosamente la venta de valores y derivados vinculados al mercado de criptomonedas, a pesar de las presiones de sanciones internacionales. Bajo este nuevo marco, los bancos pueden ofrecer productos de seguimiento de precios que no implican transferencias directas de Bitcoin (BTC) o Ethereum (ETH). El acceso a estos instrumentos estará restringido a aquellos con estatus de “inversor calificado”, poseyendo experiencia y capital suficiente. El Banco Central exige que las instituciones crediticias proporcionen colateral completo contra el capital e impongan límites de posición, con el objetivo de lograr el más alto nivel de gestión de riesgos. Se espera que las regulaciones adicionales que se lanzarán dentro del año permitan una supervisión más estricta de los daños ocasionados por movimientos de precios volátiles.
Límites para Productos Cripto Limitados para Inversores Seleccionados
Esta regulación otorga a las instituciones financieras rusas la libertad de diseñar bonos, opciones y otros derivados vinculados a los índices de precios de criptomonedas, requiriendo liquidaciones en efectivo de los productos. Los inversores nunca verán Bitcoin en sus billeteras digitales; en su lugar, ganarán o perderán rublos rusos según el rendimiento del activo subyacente.
Al mantener altas tasas de colateral, el Banco Central busca mitigar los efectos perjudiciales del comercio apalancado. Mientras que los funcionarios argumentan que una licencia de “inversor calificado” ofrece protección mínima para derivados cripto complejos, la exclusión de inversores individuales limita el acceso al mercado. No obstante, la decisión se ve como el primer signo tangible de flexibilización después de años de estrictas prohibiciones.
El sistema no termina aquí. Los bancos deben proporcionar a los inversores avisos detallados sobre la volatilidad de precios, riesgo de liquidez y posibles responsabilidades fiscales antes de cualquier transacción. El incumplimiento resultará en la desaprobación del producto y sanciones contra la institución. A través de estas medidas, el Banco Central busca prevenir interrupciones en la liquidez del rublo y mantener la estabilidad financiera interna.
El Futuro del Plan Regulador de Rusia
Tras el conflicto con Ucrania, las sanciones ampliadas de EE.UU., la Unión Europea, el Reino Unido y Japón han complicado los intentos de Moscú de transferencias de moneda a través de criptomonedas. El nuevo modelo busca aliviar las presiones globales mientras se evita la salida de capital. Aunque el seguimiento de precios del mercado local es posible, no se cruzarán las fronteras reales de las criptomonedas. En consecuencia, Rusia puede mantenerse en conformidad con las sanciones mientras ofrece un menú de productos diversificado a los ahorradores domésticos.
El stock de criptomonedas del estado también atrae la atención, con más de 50,000 BTC que se cree están en manos públicas debido a confiscaciones de fuerzas de seguridad y del Ministerio de Finanzas. Estos activos, en su mayoría, provienen de incautaciones durante investigaciones criminales u operaciones de ataques cibernéticos. Las autoridades planean usar valores de seguimiento de precios como un mecanismo de amortiguación para proteger estas reservas de presiones de venta. Desde el punto de vista del inversor, el esfuerzo de diversificación de la cartera de Rusia se alinea con las tendencias regulatorias globales de criptomonedas, aunque los controles de capital sugieren que la liberalización completa del mercado es poco probable a corto plazo.