En la primera mitad de 2025, el Índice del Dólar Estadounidense (DXY) cayó un 10.8%, marcando la mayor caída para los primeros seis meses en cincuenta y dos años. Esta significativa caída coincidió con un aumento récord en la oferta monetaria de Estados Unidos, generando preocupaciones sobre la fortaleza del dólar frente a las principales monedas. Los círculos financieros están examinando este descenso, rastreando sus implicaciones para el valor del dólar en el escenario global.
Aumento Significativo en la Oferta Monetaria
Según datos del Banco de la Reserva Federal de St. Louis, la oferta monetaria M2, que rastrea el efectivo en circulación, alcanzó los $21.942 billones para mayo de 2025. Esto superó el pico anterior de $21.749 billones en abril de 2022. Algunos analistas creen que este rápido crecimiento en la oferta monetaria ha contribuido al debilitamiento del dólar. Advierten que un aumento en el volumen de moneda puede impactar negativamente el valor de la moneda nacional.
Las ramificaciones de este suministro récord de dinero apuntan no solo a niveles más altos de efectivo y depósitos accesibles dentro de la economía estadounidense, sino también a déficits presupuestarios y deuda nacional en expansión. Esta situación está generando preocupaciones entre inversores y economistas sobre las futuras condiciones económicas.
Opiniones de Expertos y Expectativas para la Segunda Mitad
Meera Chandan, codirectora de Estrategia FX Global en JPMorgan, predice que el dólar estadounidense podría continuar débil frente a las principales monedas en la segunda mitad del año. Ella enfatiza que las mejoras en el panorama financiero de Europa, junto con el aumento de la deuda y los déficits presupuestarios de EE.UU., continuarán presionando al dólar.
Chandan señaló, “La perspectiva permanece débil en todos los frentes. Cambiar nuestra perspectiva será desafiante. Por ejemplo, prevemos euro/dólar en 1.20-1.22, dólar/yuan en 7.10, y dólar/yen en 140. Un panorama generalmente débil existe también para otras monedas. Esperamos que los datos de EE.UU. queden rezagados frente a otros países y las políticas fiscales de crecimiento de Europa sustentan esta visión.”
Los expertos anticipan que esta tendencia podría persistir durante el resto del año, con un impulso en los datos de EE.UU. en disminución. Algunos problemas financieros estructurales en EE.UU. son vistos como negativamente afectando al dólar. Las medidas de apoyo al crecimiento económico europeo son identificadas como factores clave que pueden afectar negativamente al dólar.
Chandan también pronostica la depreciación del dólar no solo frente a las principales monedas sino también frente a monedas cíclicas como el dólar australiano. Existe una creencia compartida en la industria de que las políticas fiscales de EE.UU. que apoyan el crecimiento en otros países podrían llevar a un dólar estadounidense persistentemente débil. El alto crecimiento de la oferta monetaria y el aumento de las deudas nacionales son algunos de los datos económicos que respaldan esta perspectiva.
Se espera ahora que los participantes del mercado adopten un enfoque más cauteloso en relación con los desarrollos en el índice DXY y la oferta monetaria. Factores como el creciente déficit de cuenta corriente de EE.UU. y las políticas de tasas de interés seguirán influyendo en la trayectoria global del dólar.
Hasta la primera mitad de 2025, el desempeño del dólar estadounidense frente a monedas significativas y el futuro de las políticas monetarias de América son monitoreados de cerca. Los expertos advierten que las fluctuaciones de divisas pueden persistir en la segunda mitad del año, dado el sustancial suministro de dinero y los crecientes déficits presupuestarios que presionan la moneda de la economía de EE.UU. Por lo tanto, los inversores continúan observando de cerca estos desarrollos para evaluaciones de riesgo y oportunidad global.
- El dólar estadounidense cayó un 10.8% en la primera mitad de 2025.
- El suministro de dinero alcanzó un récord, lo que podría debilitar el dólar.
- Se espera que la debilidad del dólar persista debido a déficits y políticas europeas.