Un juez federal de Texas dictaminó que el YouTuber de criptomonedas Ian Balina vendió valores no registrados al comprar tokens de Sparkster (SPRK) y ofrecerlos a inversores estadounidenses en un fondo de inversión. El juez David Alan Ezra, en una decisión del 22 de mayo que favoreció parcialmente a la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), declaró que las leyes de valores de EE. UU. se aplicaban a las acciones de Balina y que los tokens SPRK se consideraban valores. La Comisión presentó el caso en 2022.
Sorpresa Judicial para Figura Famosa
El tribunal determinó que SPRK era un contrato de inversión según la prueba de Howey, donde los inversores agrupan dinero en una empresa común con la expectativa de obtener ganancias de los esfuerzos de otros. El juez Ezra estuvo de acuerdo con la SEC en que Balina intencionalmente apuntó a inversores estadounidenses y rechazó la reclamación de juicio sumario del influencer de que la SEC no tenía jurisdicción porque las ventas ocurrieron en el extranjero.
La SEC no pudo probar que Balina no divulgó adecuadamente su acuerdo de compensación con el CEO de Sparkster, Sajjad Daya, debido a inconsistencias fácticas encontradas por el tribunal. La SEC alegó que Balina compró $5 millones en SPRK entre mayo y julio de 2018, lo promovió en múltiples plataformas de redes sociales y creó un grupo de Telegram para formar un fondo de inversión para los tokens.
La Decisión del Tribunal Llama la Atención
También se señaló que Balina no reveló que Sparkster le dio un bono del 30% por los tokens que compró. Balina afirmó que el bono era un descuento por volumen estándar en un acuerdo de preventa privada. Sparkster se promocionaba como una plataforma de desarrollo de aplicaciones blockchain de bajo código y llevó a cabo su oferta inicial de monedas (ICO) para los tokens SPRK entre abril y julio de 2018.
En septiembre de 2022, sin admitir ni negar las acusaciones del regulador, Sparkster acordó con la SEC destruir los tokens SPRK restantes y eliminarlos de las plataformas de negociación. La SEC ordenó a la empresa pagar $30 millones en devolución, $4.6 millones en intereses y una multa de $500,000.