Un reciente acuerdo de financiamiento de $1.4 mil millones entre El Salvador y el Fondo Monetario Internacional (FMI) tiene como objetivo imponer restricciones significativas al Bitcoin dentro del sector público del país. Las condiciones establecidas por el FMI incluyen impedir que las instituciones públicas acumulen Bitcoin y limitar el uso de Bitcoin en instrumentos de deuda. Los funcionarios creen que estas regulaciones mejorarán la transparencia económica y reducirán los riesgos.
Restricciones Impuestas por el Acuerdo del FMI
Según el memorando técnico del FMI, las instituciones públicas en El Salvador no podrán acumular Bitcoin voluntariamente. Además, también se prohibirá la emisión de instrumentos de deuda denominados en Bitcoin o indexados a él. El FMI afirma que estas medidas ayudarán a mantener el control sobre la economía del país y minimizar los riesgos asociados.
Estas restricciones requieren un cambio significativo en la estrategia de Bitcoin de El Salvador. Después de reconocer el Bitcoin como moneda de curso legal en 2021, el país ha tenido que dar marcha atrás en esta política a cambio del apoyo financiero del FMI. El FMI enfatiza que asegurar la estabilidad financiera y mantener la deuda pública a un nivel sostenible son objetivos primordiales. Los funcionarios anunciaron que el uso de Bitcoin sería voluntario, que el sector público no participaría directamente en proyectos de Bitcoin, y que los phaces de impuestos solo se realizarían en dólares estadounidenses.
Declaraciones Oficiales y Planes Futuros
Méndez Bertolo, un funcionario del gobierno de El Salvador, declaró que el programa de financiamiento extendido con el FMI tiene como objetivo aumentar la transparencia económica y fortalecer la administración pública. Según Bertolo, este acuerdo también facilitará el acceso del país a apoyo financiero adicional de organizaciones internacionales.
Los funcionarios aclararon que los cambios en la Ley de Bitcoin han eliminado el estatus de moneda oficial del Bitcoin. Sin embargo, el uso individual de Bitcoin en el país no está completamente prohibido. En cambio, solo se han limitado las actividades del sector público que involucran Bitcoin, mientras que el sector privado y los inversores individuales pueden seguir utilizando Bitcoin.
El FMI supervisará de cerca las regulaciones en El Salvador. Los funcionarios creen que las decisiones tomadas contribuirán a una base económica más sólida. Con el sector público retirándose de los proyectos de Bitcoin, se espera una mayor transparencia dentro del sistema financiero del país.