Fidelity, una importante firma financiera con sede en EE. UU., se está preparando para lanzar un nuevo fondo de inversión tokenizado. El fondo, que aún no tiene nombre, invertirá en bonos del Tesoro de EE. UU. y utilizará la infraestructura de Ethereum. Este movimiento coloca a Fidelity en competencia directa con el fondo similar de BlackRock, BUIDL, que se lanzará en marzo de 2024, y ofrece a los inversores la oportunidad de combinar activos tradicionales con tecnología blockchain.
Estructura Central del Fondo
Se espera que el fondo que lanzará Fidelity opere como un token ERC-20 desarrollado en la red de Ethereum. La información sobre el contrato inteligente del fondo es accesible desde la dirección “0x7C135549504245B5eAe64fc0E99Fa5ebabb8e35D” en Etherscan. Actualmente, no hay saldos en la billetera de Ethereum asociada con el fondo.

La idea detrás de este fondo es ofrecer rendimientos tradicionales de bonos del Tesoro a través de la tecnología blockchain. Los inversores obtendrán acceso digital a bonos del Tesoro de EE. UU. que proporcionan rendimientos indexados al dólar a través del fondo. Esta configuración permite al fondo ofrecer las ventajas de transparencia y transacciones en tiempo real de la blockchain, mientras atrae a los inversores con la promesa de rendimientos estables.
Competencia Directa con el Fondo BUIDL de BlackRock
El fondo tokenizado de Fidelity competirá directamente con el fondo BUIDL de BlackRock, que también se centra en bonos del Tesoro de EE. UU. y opera en la red de Ethereum. Ambos fondos tienen como objetivo guiar a los inversores institucionales desde activos tradicionales hacia herramientas de inversión basadas en blockchain.
Poco después de su lanzamiento, el fondo de BlackRock atrajo millones de dólares en inversiones. El establecimiento de una estructura similar por parte de Fidelity indica una creciente competencia en este sector. Los fondos de bonos tokenizados tienen el potencial de hacer que las herramientas de inversión de renta fija sean más accesibles.
Estos fondos también ofrecen capacidades de transacción más rápidas a costos más bajos en comparación con los mercados tradicionales. Las ventajas de liquidez y transparencia de tales estructuras atraen el interés de los inversores institucionales. La entrada de Fidelity en este proyecto destaca el creciente interés de los gigantes financieros tradicionales en productos basados en criptomonedas.