La Reserva Federal (Fed) ha iniciado un cambio significativo en el sector bancario al levantar ciertas regulaciones relacionadas con las transacciones de criptomonedas. La eliminación del requisito de la carta de notificación, que entró en vigor en 2022, junto con el abandono de las directrices sobre stablecoins publicadas en 2023, marca una transformación notable en cómo los bancos pueden interactuar con los activos digitales.
Los Bancos Ganan Más Libertad
En su anuncio, la Reserva Federal aclaró que los bancos ya no están obligados a notificar a los organismos reguladores antes de participar en transacciones de criptomonedas. Esta nueva política tiene como objetivo permitir que las instituciones financieras tomen pasos más ágiles e innovadores en el espacio de los activos digitales. La Fed también indicó que esta decisión se evaluará junto con un enfoque de supervisión más funcional.
Bajo este nuevo marco, los mecanismos tradicionales de supervisión permanecen en su lugar, pero ahora se alienta a los bancos a desarrollar métodos más flexibles en sus actividades relacionadas con activos digitales. Con la simplificación de las regulaciones, se anticipa que los bancos que operan en el sector adoptarán una actitud más emprendedora hacia las criptomonedas.
Los reguladores han declarado que este cambio es solo el comienzo, con la posibilidad de que se publiquen nuevas directrices en el futuro. Este enfoque tiene como objetivo asegurar que los bancos puedan alinearse mejor tanto con el sistema financiero existente como con el mundo en evolución de las criptomonedas.
Regulaciones Relajadas, el Sector Florece
Ha surgido una tendencia notable entre múltiples autoridades, incluida la Agencia de Supervisión y Regulación Financiera, que se está moviendo hacia una postura más flexible sobre las transacciones de activos digitales. La mayor disposición de los bancos para asumir roles más activos en este espacio podría mejorar significativamente el dinamismo del sector. Esta tendencia también señala un aflojamiento de las presiones de la larga “Operación Chokepoint 2.0” en el mercado estadounidense.
No solo la Reserva Federal, sino también la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) ha suavizado su enfoque al concluir ciertos casos de criptomonedas. Este desarrollo indica el inicio de un entorno regulador más equilibrado y colaborativo.
La declaración de Paul Atkins de que “Bitcoin será priorizado” refleja que este cambio es tanto estructural como estratégico. Sugiere que Estados Unidos está entrando en una fase donde su postura sobre las criptomonedas se está volviendo más pronunciada.
Con el alivio de las presiones regulatorias, las instituciones financieras están más inclinadas a generar soluciones innovadoras. Los representantes de la industria creen que este nuevo enfoque podría mejorar la eficiencia en las transacciones de activos digitales y facilitar la adaptación a los avances tecnológicos.
Este enfoque renovado hacia el sector de las criptomonedas tiene el potencial de influir directamente en la competitividad global. Los pasos dados por Estados Unidos pueden permitir que los bancos estén mejor preparados y sean más flexibles en sus compromisos con los instrumentos financieros digitales.