El escenario actual de guerra comercial refleja una serie de maniobras tácticas donde las partes inicialmente avanzan pero finalmente retroceden. Tras declaraciones duras que alteran los mercados, a menudo hay una reversión abrupta. Esto pone en duda la lógica detrás de imponer aranceles adicionales si se van a rescindir poco después.
Canadá y EE. UU.
Hoy, Trump anunció posibles impuestos adicionales del 50%. Declaró que si Canadá aumenta los precios de la energía, pueden imponer medidas aún más severas. Las interdependencias entre Canadá y EE. UU. crean una dinámica compleja, exacerbada por la insistencia de Trump en usar las redes sociales como herramienta de amenaza. Anteriormente, durante su presidencia, sus tuits ya habían impactado el tipo de cambio USD/TRY.
Actualmente, el problema se extiende más allá de Turquía, afectando a todo el mundo. Trump parece decidido a convertirse en un desafío global. Articuló la noción de un impuesto adicional del 50% e instruyó a su secretario de comercio en consecuencia. En respuesta, el Gobernador de Ontario declaró;
“No podemos aceptar esta interrupción en el libre flujo de bienes con EE. UU.
El cargo adicional de electricidad será suspendido temporalmente. El Ministro de Comercio de EE. UU. se puso en contacto con nosotros y extendió una rama de olivo. Ottawa responderá en términos monetarios si EE. UU. aumenta los aranceles sobre el acero y el aluminio.”
Poco después de las declaraciones del Gobernador, Trump afirmó;
“EE. UU. tuvo que hacer esto (aranceles). Debemos recuperar empleos y abrir fábricas.”