Donald Trump es un personaje intrigante que tiene la capacidad de alterar los mercados a medida que entra. Sus declaraciones agresivas sobre los aranceles enfatizan su determinación, sin embargo, las recientes tendencias inflacionarias y los indicadores principales están generando dudas sobre su enfoque. A medida que la inflación aumenta, él propone aranceles adicionales, lo que plantea la pregunta: ¿cómo puede esperar simultáneamente que las tasas de interés disminuyan?
¿Reducirá Trump las Tasas de Interés?
Al menos, eso es lo que sugieren sus declaraciones. Parece prometer aranceles a casi todos los socios comerciales. Por ejemplo, un producto de China que cuesta un dólar incurrirá en un arancel adicional, elevando el precio a 1.1 dólares, que luego será vendido por empresas estadounidenses a 1.2 dólares. Esto naturalmente conduce a precios más altos, ya que la narrativa de reemplazar todas las importaciones con producción local a menor costo parece poco convincente a corto plazo debido a numerosos factores, incluidos los costos laborales y las materias primas.
Perspectiva de las Tasas de Interés
El referente para las tasas de interés, desde préstamos hipotecarios a largo plazo hasta bonos corporativos, es el rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a diez años, que está influenciado por varios factores externos. Si el déficit presupuestario se reduce y los precios de los bonos aumentan mientras la demanda disminuye, se esperaría una caída en las tasas de interés. Este escenario equilibra el endeudamiento del gobierno al reducir la deuda.
La estrategia de Trump, que parece más fuerte a través del aumento del suministro de energía, apunta a proporcionar energía más barata a los ciudadanos y reducir la inflación. Sin embargo, el aspecto negativo es si este enfoque ayudará efectivamente al enfoque de la Fed en su medida de inflación volátil mientras excluye los precios de la energía.
Los inversores en bonos especulan que la brecha entre los ingresos y el gasto del gobierno se ampliará. Además, una de las razones del camino de Trump hacia la victoria podría estar ligada a estas crecientes preocupaciones, a pesar de la incapacidad de D.O.G.E para reducir significativamente los gastos. Es necesaria una intervención mayor, ya que el gasto promedio del año pasado fue de 18.63 mil millones de dólares por día. Quizás una de las sugerencias de Trump de reducir a la mitad el gasto militar con China refleje estas consideraciones.
Recientemente, el Comité de Presupuesto de la Cámara aprobó una ley que apunta a una reducción de impuestos de 4.5 billones de dólares en diez años. Mientras tanto, el ejército todavía está planeando nuevos gastos de cien mil millones de dólares, lo que sugiere que los esfuerzos de Musk para reducir el desperdicio pueden no ser suficientes. Además, es poco probable que los precios mundiales de la energía vean descensos significativos, ya que grandes exportadores como Arabia Saudita no están dispuestos a aumentar el suministro de petróleo.