El regulador financiero del Reino Unido, la Financial Conduct Authority (FCA), anunció su plan para finalizar las regulaciones de criptomonedas para 2026. Este desarrollo es parte de los esfuerzos del gobierno liderado por Keir Starmer para alinearse con los avances regulatorios globales.
Regulaciones de Criptomonedas
En una declaración oficial realizada el martes 26 de noviembre, la FCA indicó que iniciaría procesos de consulta para las regulaciones de criptomonedas a través de varios documentos de discusión dentro de este trimestre.
“Hemos analizado lo que podemos aprender de las regulaciones a nivel mundial. Hemos tenido muchas buenas discusiones con el sector,” dijo Matthew Long, Director de Phaces y Activos Digitales de la FCA.
El Reino Unido Acelera las Regulaciones de Criptomonedas
La reciente implementación de regulaciones de criptomonedas en centros financieros como Hong Kong, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos ha impulsado la innovación hacia estas regiones. Sin embargo, el Reino Unido está haciendo esfuerzos significativos para evitar quedarse atrás en esta área. Las regulaciones de Mercados en Criptoactivos (MiCA) de la Unión Europea están programadas para entrar en pleno efecto a finales de año.
La victoria electoral de Donald Trump en los Estados Unidos está aumentando la presión sobre el gobierno de Starmer para acelerar sus esfuerzos regulatorios. La administración Trump planea establecer una reserva estratégica de Bitcoin en América y está considerando figuras como el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, como posibles zares de criptomonedas.
La FCA y el gobierno del Reino Unido priorizan la legislación respecto a las stablecoins vinculadas a fiat. Las nuevas regulaciones ofrecerán exenciones específicas para ciertos servicios, particularmente aquellos que involucran staking y billeteras de custodia. Estas regulaciones propuestas tienen como objetivo hacer del Reino Unido un centro más atractivo para las empresas en el sector de activos digitales.
Estos desarrollos en el mercado de criptomonedas representan un punto de inflexión significativo para los inversores y representantes de la industria. Regulaciones claras y transparentes podrían mejorar la confianza en los mercados y atraer a inversores internacionales al Reino Unido.