La Oficina del Contralor de la Moneda (OCC), un regulador bancario con sede en EE.UU., ha otorgado a los bancos luz verde para comerciar criptomonedas en nombre de sus clientes. Con esta innovadora directiva, los bancos ahora pueden ejecutar transacciones de criptomonedas directamente a solicitud del cliente. Estas operaciones se pueden integrar en las carteras de los bancos, siempre que cumplan con los criterios de seguridad y solidez. Una burocracia significativa fue eliminada en marzo cuando se levantó el requisito de aprobación previa para tales transacciones, simplificando así las operaciones de las instituciones financieras.
Nuevas Facultades Otorgadas por la Directiva
Según el reciente anuncio del OCC, los bancos ahora están autorizados a delegar transacciones de criptomonedas a proveedores de servicios externos. Este cambio les permite gestionar las inversiones en infraestructura técnica a través de la subcontratación, permitiendo a las instituciones de crédito organizar el comercio de criptomonedas para sus clientes de manera flexible. Anteriormente, los bancos debían participar en consultas separadas con funcionarios estatales antes de iniciar operaciones con criptomonedas. Esta obligación ya no es necesaria, y las instituciones ahora solo están obligadas a cumplir con los protocolos de seguridad especificados.
Condiciones de Seguridad y Colaboración
El OCC exige que todas las transacciones de criptomonedas cumplan con los estándares de seguridad existentes. Expertos independientes deben aprobar auditorías de seguridad de infraestructura y software, y los bancos están obligados a presentar informes regulares para demostrar la solidez operativa. Los actores de la industria creen que esta nueva flexibilidad impulsará la competencia. Los proveedores de servicios especializados también buscan formar nuevas colaboraciones con los bancos, erosionando gradualmente las barreras entre la banca tradicional y el mundo de las criptomonedas.
Las transacciones que anteriormente se realizaban únicamente a través de plataformas descentralizadas ahora pueden ocurrir bajo la supervisión y garantía de los bancos. Se espera que esta evolución mejore la satisfacción del cliente mientras endurece las prácticas de gestión de riesgos.