En un movimiento estratégico para ampliar sus capacidades operativas, Coinbase ha solicitado una carta de fideicomiso nacional con la Oficina del Contralor de la Moneda de EE. UU. (OCC). Esta solicitud podría colocar al intercambio de criptomonedas bajo la supervisión reguladora federal si se aprueba, permitiéndole proporcionar servicios ampliados que actualmente requieren aprobación de estado por estado. Coinbase, un actor destacado en el sector cripto, ve esto como un paso para solidificar su compromiso con la innovación mientras asegura el cumplimiento regulatorio en todos los Estados Unidos.
¿Qué Podría Significar la Carta para Coinbase?
La posibilidad de recibir una carta de fideicomiso federal presenta a Coinbase la oportunidad de innovar dentro de un marco más unificado, evitando las restricciones actuales derivadas de las variadas regulaciones estatales. La carta permitiría a la empresa expandir su negocio de custodia para abarcar servicios como phaces y liquidación, los cuales se integrarían sin convertirse en una institución bancaria tradicional. Greg Tusar, el vicepresidente de producto institucional de Coinbase, enfatizó que la compañía no tiene como objetivo convertirse en un banco.
“Coinbase no tiene intención de convertirse en un banco”, afirmó Tusar en una publicación del blog de la empresa.
¿Por Qué Otras Compañías Siguen Este Camino?
La solicitud de Coinbase se alinea con una tendencia donde las principales empresas cripto están buscando cartas de fideicomiso federal. Competidores como Circle, Ripple y Paxos han seguido caminos similares, indicando un cambio colectivo dentro de la industria hacia la supervisión federal. Este enfoque mitiga la necesidad de licencias estatales individuales, agilizando así los procesos operativos para las compañías de criptomonedas. Tales movimientos demuestran los esfuerzos del sector para navegar en el cada vez más complejo panorama regulatorio de las criptomonedas.
Actualmente, Coinbase opera su principal servicio regulado de custodia a través de Coinbase Custody Trust Company (CCTC). El régimen de BitLicense del estado de Nueva York, implementado en 2015, rige este marco, que fue una de las primeras regulaciones a nivel estatal para criptomonedas en EE. UU. A pesar de esto, una carta federal es percibida como preferible para las empresas que buscan implementar servicios como phaces en cripto a una escala más amplia sin la necesidad de aprobaciones aisladas para cada estado.
“Es nuestra firme convicción que reglas claras y la confianza de nuestros reguladores y clientes permiten a Coinbase innovar con confianza mientras asegura la supervisión y seguridad adecuadas”, explicó Tusar.
El cambio potencial hacia la supervisión federal también refleja la continua adaptación de la industria para mantener el cumplimiento y la legitimidad ante los reguladores y los consumidores por igual. A medida que evoluciona la orientación federal, las empresas se ven obligadas a alinear sus estrategias operativas en consecuencia.
Desde un punto de vista regulatorio, el impulso por una carta federal puede también interpretarse como una forma para que estas compañías expresen su necesidad de regulaciones más uniformes. Con la imprevisibilidad del mercado cripto, la claridad regulatoria proporcionada por tal supervisión podría fomentar operaciones más estables y transparentes.
En general, la búsqueda de cartas de fideicomiso federal por parte de las principales empresas de criptomonedas subraya su dedicación a la innovación dentro de un entorno regulatorio unificado. Este desarrollo indica un posible cambio en los procesos regulatorios que impactan cómo las compañías cripto operan a través de jurisdicciones, con el objetivo de aliviar los complejos desafíos de cumplimiento.
- Coinbase solicita una carta de fideicomiso nacional para ampliar sus capacidades operativas.
- Un fideicomiso federal podría unificar operaciones evitando regulaciones estatales variadas.
- Empresas cripto buscan regulaciones federales para agilizar procesos y cumplir con normativas.