El Banco Central Europeo (BCE) ha expresado la necesidad de enmiendas a la regulación MiCA recientemente promulgada, destacando preocupaciones de que las regulaciones de origen estadounidense podrían llevar a impactos económicos indeseables dentro del bloque de 27 miembros. El banco enfatizó la importancia de abordar estos problemas proactivamente para salvaguardar la estabilidad económica de la UE.
Regulaciones de EE.UU. y Su Impacto
El BCE señaló que las propuestas actualmente en consideración en el Congreso de EE.UU., como la “Ley de Transparencia y Responsabilidad para una Mejor Economía de Libro Mayor” y la “Ley de Orientación y Establecimiento de Innovación Nacional para las Stablecoins de EE.UU.”, pueden aumentar la influencia de los activos digitales estables respaldados por el dólar. Como resultado, se anticipa que las regulaciones de EE.UU. podrían expandir significativamente el mercado de stablecoins en tres años, generando preocupaciones sobre el dominio del dólar en el sector de stablecoins, lo cual es desfavorable para la Unión Europea.
Discusiones Dentro de la UE
La solicitud del BCE para modificaciones ha llevado a desacuerdos con la Comisión Europea. La Comisión ha subrayado que el impacto total del entorno regulatorio de EE.UU. en la estabilidad financiera de la UE aún no ha sido evaluado. Durante reuniones relevantes, funcionarios y diplomáticos de los estados miembros de la UE expresaron cautela respecto a enmiendas apresuradas a la regulación.
“Actualmente, muy pocos países apoyan la idea de cambiar las reglas apresuradamente basándose únicamente en este contexto.”
Documentos distribuidos durante la reunión sugirieron una reevaluación del alcance de la regulación MiCA. La Comisión señaló que el número de criptomonedas estables autorizadas globalmente es limitado y que el marco legal existente puede gestionar eficazmente los riesgos asociados.
Funcionario de la Comisión Europea: “Los riesgos derivados de los activos de stablecoins globales están exagerados y son manejables bajo las regulaciones actuales.”
Además, surgieron preocupaciones sobre posibles repercusiones económicas entre los países que se alinean con las regulaciones de EE.UU., lo que podría fomentar incertidumbres sobre el futuro de la economía europea. Este escenario en evolución puede llevar a una reconfiguración de los equilibrios en los mercados financieros internacionales.
Los cambios propuestos por el BCE a la regulación MiCA están siendo monitoreados de cerca por numerosos miembros de la UE. Se cree que estos desarrollos podrían impactar las políticas financieras internacionales y provocar nuevos ajustes con el tiempo.