Con la llegada de la presidencia de Trump, EE.UU., la UE, China y más de 150 países se encuentran en medio de una crisis significativa. Mientras que los mercados de criptomonedas han experimentado algunas fluctuaciones, estas han sido principalmente picos de corta duración seguidos de descensos persistentes. Este artículo profundiza en las lecciones aprendidas de crisis económicas pasadas y describe pasos accionables para el presente.
Entendiendo las Crisis Económicas
La burbuja de las puntocom, la crisis financiera de 2008 y el colapso del COVID-19 son a menudo identificados como las tres principales crisis del nuevo siglo. Una cuarta crisis está emergiendo, tentativamente llamada la “crisis de aranceles”, caracterizada por aranceles sin precedentes que amenazan con desestabilizar los mercados globales y las estructuras comerciales. Este período está marcado por un intento agresivo de reestructurar la economía global.
Para aquellos nacidos en los años 90, las discusiones sobre “el impacto de la globalización” han sido un telón de fondo constante a lo largo de sus vidas. Hoy, somos testigos de un retroceso de la globalización, con naciones potencialmente cambiando hacia mercados más pequeños y localizados en medio de la agitación.
Las crisis económicas fundamentalmente provienen de precios inflados y el estallido de burbujas. Siempre hay razones subyacentes para estos fenómenos, y el panorama económico actual no es diferente. Desde la inauguración de Trump, el mercado de valores ha experimentado una pérdida asombrosa de $10 billones, atribuida en gran medida a la sobrevaloración, análoga a una burbuja que se desinfla. Este escenario financiero necesita ser contextualizado para una comprensión adecuada.
Evaluando el Valor en el Clima Actual
Es crucial diferenciar entre lo que constituye activos caros o baratos en estos tiempos turbulentos. Por ejemplo, los inversores del mercado de valores de EE.UU. deben examinar cuidadosamente las inversiones potenciales y hacer predicciones sobre las relaciones precio-beneficio. Aunque los precios actuales pueden parecer atractivos en comparación con las previsiones de ganancias pasadas, la disminución de la rentabilidad durante una recesión podría hacer que las acciones sean caras incluso a las tasas actuales.

Muchos indicadores aún no señalan que el SP500 sea barato. El hecho de que ciertas acciones no hayan alcanzado niveles atractivos de compra no implica que las condiciones generales del mercado indiquen una ganga. Ejemplos históricos muestran caídas dramáticas del mercado, como el descenso del 57% en 2008, una caída del 33% en 2020 y un descenso del 25% debido a rápidas subidas de tasas de interés en 2022. Esto sugiere la necesidad de una perspectiva realista sobre la recuperación del mercado.
Las pérdidas actuales parecen más pronunciadas en términos de dólares, alterando los equilibrios globales. Figuras como Trump y Powell enfrentan una creciente presión, y figuras prominentes del mundo empresarial han comenzado a expresar sus frustraciones. Las reacciones de individuos adinerados y corporaciones podrían, en última instancia, obligar a estos líderes a actuar de manera decisiva.
Conclusión
Todavía estamos en las primeras etapas de esta crisis sin nombre. Se esperan mayores fluctuaciones, con la realidad de alcanzar nuevos mínimos volviéndose más evidente. Ya sea en criptomonedas o acciones, es vital buscar oportunidades de inversión que se alineen con objetivos a largo plazo. A medida que el polvo se asiente, los activos que se cree que tienen valor a largo plazo probablemente generarán rendimientos significativos. Planificar tus estrategias de compra, objetivos y flujo de efectivo es crucial para evitar arrepentimientos más adelante. El estado actual de represalias recíprocas entre China y EE.UU., agravado por la participación de la UE, sugiere que las repercusiones duraderas continuarán durante las próximas semanas.