La prolongada batalla legal entre Ripple y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha llegado a un acuerdo. Ripple ha accedido a pagar una multa de 50 millones de dólares por las acusaciones de venta de valores no registrados. Esta cantidad es significativamente menor que los 2 mil millones de dólares solicitados inicialmente, así como el acuerdo de 125 millones de dólares del año pasado. La demanda iniciada en 2020 se centró en si las ventas de XRP violaban las leyes de valores. En un fallo provisional en 2023, el tribunal determinó que las ventas corporativas constituían una violación, mientras que las transacciones individuales estaban fuera de este ámbito.
El Comienzo y los Desarrollos del Caso
El caso se intensificó a finales de 2020 cuando la SEC acusó a Ripple de vender XRP como valores no registrados. La SEC argumentó que Ripple debería haber registrado los paquetes ofrecidos a los inversores institucionales. Ripple, sin embargo, mantuvo consistentemente que las transacciones en plataformas individuales no encajaban en la definición de transacciones de valores.
Para 2023, el fallo provisional aclaró los cargos contra las transacciones corporativas, mostrando flexibilidad hacia las ventas individuales. Tras esta decisión, indicios de alivio normativo durante la administración Trump llevaron a negociaciones extendidas y discretas entre las partes. Los recientes esfuerzos diplomáticos eventualmente allanaron el camino para un acuerdo.
Reacción del Mercado al XRP y Críticas
Tras la noticia del acuerdo, XRP experimentó un aumento inmediato del 8,7% en valor dentro del mercado de criptomonedas. Las expectativas de los inversores se inclinaron hacia una reducción de las incertidumbres regulatorias. Sin embargo, los expertos son escépticos sobre si la baja multa establecerá un precedente en la industria. Queda por ver si el movimiento de precios indica un alivio a corto plazo o el inicio de una nueva tendencia.
La SEC también presenció opiniones divergentes internamente. La miembro Caroline A. Crenshaw describió el acuerdo como una decisión que compromete la protección al inversor. Crenshaw afirmó, “El programa de supervisión de la agencia ha sido debilitado; esto deja a los usuarios de criptomonedas vulnerables.” La administración de Ripple señaló que el proceso no ha concluido completamente, con varios aspectos aún bajo discusión.