Trump ha tomado uno de los pasos más grandes de la historia reciente, aventurándose en territorio desconocido para la economía moderna. El momento no fue el mejor ya que la Fed acababa de comenzar a bajar las tasas de interés, y las condiciones estaban maduras para un auge en las criptomonedas. Esto plantea preguntas sobre el potencial fin de la crisis del comercio global, o incluso la guerra, y sus efectos en las criptomonedas.
Crisis del Comercio Global y Economía
Existe un problema significativo donde EE. UU. muestra consistentemente déficits, mientras que la UE, liderada por Alemania, y China se benefician inmensamente del sistema existente. EE. UU. también registra déficits de manufactura, haciendo necesaria la eliminación de este desequilibrio. Las consecuencias de este desequilibrio no solo son económicas, sino también políticas, con incluso los demócratas apoyando aranceles contra China. Políticamente, este desequilibrio contribuyó a que Trump fuese elegido para un segundo mandato y señalara sus intenciones para un tercero.
El poder económico juega un papel crítico en cuanto a relaciones y dominio con otros países. Si EE. UU. pierde esto, su influencia global se verá disminuida. Por lo tanto, el segundo resultado de este desequilibrio involucra las relaciones internacionales. Una tercera preocupación es la progresión insostenible de la deuda interna hacia un escenario de desastre, como indicó el Secretario de Comercio.
La narrativa de posguerra de “globalización” fue anclada por la alineación macroeconómica global y la funcionalidad del sistema monetario internacional. Inicialmente, EE. UU. tenía superávits de cuenta corriente sustanciales, convertidos en créditos, hasta 1971. Sin embargo, el rápido ascenso de China y el crecimiento experimentado por jugadores como Japón y Alemania hicieron que la situación fuera más desafiante para EE. UU.
En resumen, la estructura económica insostenible parece estar necesitando una transformación sustancial.
Efectos en las Criptomonedas
El remedio no es sencillo, pero EE. UU. afirma estar tomando medidas de estabilización. ¿Qué debería hacerse? Principalmente, los países que se han beneficiado del sistema durante décadas, como China, necesitan hacer sacrificios. Por ejemplo, China podría trasladar la producción de ciertas marcas y productos a EE. UU., estimulando la demanda interna y cumpliendo su rol.
La UE podría sacrificar su superávit prolongado aumentando las importaciones, ofreciendo efectivamente su “sacrificio” como lo expresa Trump. El Reino Unido y otros siguen el ejemplo. Esto es exactamente lo que articula Trump.
¿Qué hay del hecho de que EE. UU. se vuelva poco confiable? ¿Enfrentar un bloque centrado en China? Veremos en qué se transforma esto en los próximos meses. El sábado marca el inicio de las negociaciones con China, lo cual es prometedor para las criptomonedas.
Si hay una resolución, podría comenzar una nueva era que se extenderá varias décadas. Sin embargo, si EE. UU. no logra sus objetivos, seremos testigos de la aparición de pequeños bloques con un crecimiento debilitado, un nuevo modelo económico. La globalización se verá muy afectada, llevando a su desaparición, y la regionalización echará raíces.
En un contexto de crecimiento global debilitado, las criptomonedas pueden experimentar un mayor declive porque la demanda de activos riesgosos disminuye cuando el dinero escasea.
Sin embargo, si la transición hacia la nueva era es suave, el dinero se volverá abundante, y la demanda global en los mercados riesgosos se rejuvenecerá, especialmente con Trump respaldando las cripto. Por lo tanto, los aranceles tienen mucho más significado de lo que parecen.